El proyecto «Encanto al Arroyo», impulsado por mujeres jóvenes de la comunidad charrúa, Basquadé Inchalá, con el objetivo de recuperar la memoria y la ancestralidad indígena en la desembocadura del arroyo Pantanoso, en Montevideo.
Este arroyo es el segundo afluente más importante de la bahía de Montevideo. Tiene 15 kilómetros de longitud y 70 kilómetros cuadrados de cuenca. Afectado por la contaminación y el vertido de residuos, presenta un estado de deterioro ambiental significativo. El 19 de octubre, se realizó una actividad comunitaria para instalar un cartel que marca el inicio de un sendero, simbolizando la recuperación de este territorio. Con apoyo del Programa Defensoras Ambientales del Fondo Mujeres del Sur, las participantes junto con vecinos, se enfocan en visibilizar la importancia del arroyo y sus alrededores, que incluyen flora nativa y potenciales usos comunitarios.
El proyecto busca concientizar a la población sobre la importancia del arroyo y su limpieza, ya que muchas actividades contaminantes, como el reciclaje informal y la industria local, afectan el ecosistema. Las jóvenes han realizado actividades artísticas y educativas, además de diferentes recorridos para identificar la flora y fauna del lugar, otro para identificar qué tipo de basura se acumula a sus orillas, y un mapeo con las problemáticas y potencialidades de ese espacio. Entre las potencialidades, destacaron el crecimiento de zanahorias, acelgas y plantas nativas, algunas de ellas medicinales. Como debilidades, señalaron la presencia de restos de artículos quemados o destruidos, producto de la delincuencia, y la llegada de personas con problemas de consumo de drogas. Además, mencionaron la acumulación constante de basura, ya que los desechos provienen de aguas arriba y no basta con limpiarlos una sola vez
Las impulsoras del proyecto también han establecido alianzas con instituciones (la Intendencia de Montevideo, el Laboratorio de Innovación Ciudadana, Facultad de Química, Escuela Comunitaria de Cine del Oeste, Municipio A, Centro Comunal Zonal 14 y la Administración Nacional de Educación Pública) y otros grupos para realizar análisis ambientales y crear aulas de educación ambiental. A pesar de la contaminación actual, las mujeres ven potencial en el arroyo como un espacio verde que puede revitalizarse y reconectarse con la comunidad, buscando cambiar la relación entre las personas y su entorno natural.
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Autor: Erika Amoedo
FUENTE DE FOTO: Tomada de ladiaria.com.uy – de Rodrigo Viera Amara