Recogimos este artículo extraído de fmgente.com.uy, lunes 9 de octubre de 2017, preguntándonos si el impacto de las nuevas construcciones permitirán la recuperación del antiguo hotel o cambiarán su imagen y carácter para siempre.
Para este predio los nuevos parámetros de edificación permitirán la construcción de dos torres de 70 metros de altura, idénticas a las existentes en el predio Lobos, donde hoy se levantan los edificios Torre Lobos, Le Parc, la Trump Tower y Tiburón. Se estima que la construcción de dos torres de 70 metros sirva como estímulo para que los eventuales compradores aporten el dinero necesario para recuperar al emblemático hotel.
La firma Fosara, propietaria del hotel San Rafael, deberá respetar el complejo hotelero fundado a fines de los años 40. Las dos torres deberán construirse sobre la avenida Mar del Plata, a espaldas del hotel, y no sobre la rambla Lorenzo Batlle Pacheco. Los nuevos parámetros fijados para esa manzana quedaron en un factor de ocupación del suelo del 30%. La resolución indica que debe existir una separación de 15 metros entre ambas torres y la altura de 70 metros deberá incluir, además de cada piso, los tanques de agua y las cajas de escaleras y ascensores. No podrán superar esta altura los penthouses.
El planteo fue aprobado por 17 votos en 31 ediles presentes en sala. Por la afirmativa dieron su voto los 16 ediles nacionalistas y el frenteamplista Sergio Duclosson. Por la negativa doce ediles frenteamplistas y los dos colorados.
«Esta norma tendrá una vigencia de 180 días a partir de su aprobación, pudiendo ser prorrogada por única vez y por 180 días más por el Intendente de Maldonado, si no se hubiera presentado ningún permiso de construcción para la manzana de que se trata. Vencido el plazo estipulado sin que se presente un permiso de edificación al amparo del presente decreto, este perderá vigencia sin necesidad de notificación, acción, interpelación o publicación de ninguna especie», reza el texto aprobado por el legislativo departamental.
Los ediles frenteamplistas no solo votaron en contra. También fundamentaron su voto negativo.
«Esto que nos proponen es una manzana, pura y exclusivamente; entonces, no lo podemos votar porque no estamos de acuerdo con ese criterio tan específico por el que —al decir de un edil también sobre el debate de ese tema— se le ponían apellidos a las ordenanzas. Capaz que a esta, que es una ordenanza específica, también le podemos poner apellido», dijo el edil Federico Guerra, de la coalición de izquierdas.
Hace años que el hotel San Rafael de Punta del Este, inaugurado en diciembre de 1948, dejó de ser el establecimiento de cinco estrellas referente del principal balneario uruguayo. Con notorias muestras de deterioro en el exterior del edificio de estilo Tudor, el casino cerrado desde 1997 y la inmensa mayoría de las habitaciones clausuradas, el San Rafael dejó de figurar como alojamiento en el Ministerio de Turismo, dijo a El País el subsecretario Benjamín Liberoff en el año 2015. El establecimiento tampoco forma parte de la Asociación de Hoteles y Restaurantes del Uruguay.
Hasta entonces tenía solo 15 habitaciones habilitadas. Las otras 120 piezas fueron clausuradas, al igual que el casino, el restaurante, el spa y las piscinas. Seis años atrás estuvo por venderse por US$ 30 millones, pero la operación nunca se concretó. La construcción fue durante mucho tiempo símbolo del auge de Punta del Este. En sus años de esplendor era un lugar ineludible para personalidades de la política y la cultura.