La cartografía social como herramienta para co-construir el patrimonio cultural en la Laguna de Rocha

Actores locales de la Laguna de Rocha contribuyen a la toma de decisiones en el área, a partir del mapeo de los valores patrimoniales que reconocen.

Durante la creación del plan de manejo del Paisaje protegido Laguna de Rocha, surge un convenio entre el Laboratorio de Arqueología del Paisaje y Patrimonio del Uruguay (LAPPU) y el Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP). Este convenio facilitó un proyecto que buscó la construcción participativa del conocimiento sobre el patrimonio cultural de la Laguna, mediante actividades que contiribuyeran a motivar la observación, la reflexión, la identificación, la valoración y la apropiación del patrimonio local, por parte de los pobladores del área. Asimismo, se buscó aportar a la caracterización del área protegida con la creación de insumos para la gestión y fomentar la creación de espacios de participación que apunten al co-manejo de los recursos de la Laguna.

Entendiendo la práctica científica como una actividad relacional, abierta, de interacción, que se nutre de diversos saberes y fuentes de conocimiento, se creyó necesaria una combinación sinérgica entre los saberes científico-técnicos y los de las comunidades locales para garantizar una gestión sustentable del territorio. Fue convocada entonces, la participación de todos los actores involucrados en el manejo de los bienes naturales y culturales del área (Guardaparques de Laguna de Rocha y Director del Área, Asociación de Pescadores Artesanales de las Lagunas Costeras (APALCO), Escuela nº 63 y los niños de la Laguna de Rocha, Vecinos nucleados y no nucleados y técnicos)

En algunas de estas instancias de intercambio se utilizó la cartografía social como instrumento para lograr  la co-construcción del patrimonio cultural. Esta consiste en la elaboración de mapas en torno a diferentes consignas que son propuestas por parte de los actores involucrados. La elaboración de esta cartografía está acompañada de un relato y diálogo con otros participantes y el equipo del proyecto, y se registra (en audio o mediante notas) para recuperar todo el proceso. Se propuso también la implementación de un recorrido abierto y participativo por la Laguna para realizar reconocimiento del paisaje y trabajar con los participantes, el uso de herramientas para la identificación, registro y protección de los valores culturales del Área.

A los niños tanto de la escuela N° 63 como de la Barra de la laguna, se los invitó a la realización de dibujos sobre valores culturales y naturales del lugar donde viven incluyendo su localización en un mapa. También se dio un taller sobre las ocupaciones y usos del espacio por parte de diferentes grupos humanos en distintos momentos y se generó un ámbito de discusión acerca de cómo percibimos el lugar donde vivimos, la diversidad cultural, la convivencia con otros, y los cambios a lo largo del tiempo. 

Durante los mapeos se observó un desconocimiento generalizado en los actores locales con respecto a los aspectos históricos y arqueológicos del área. Al mismo tiempo, uno de los problemas más señalados fue la falta de acceso a la información científica generada por los proyectos allí desarrollados, así como la escasa información y formación especializada sobre cómo actuar ante eventuales hallazgos arqueológicos. Este aspecto fue planteado por los guardaparques, técnicos del área y la población en general.

Este proyecto permitió desarrollar prácticas de co-construcción del patrimonio. La aplicación de la cartografía social aportó valiosa información y ayudó a identificar problemáticas en torno al patrimonio cultural. Además, las percepciones recogidas durante todo el proceso se incorporaron en el plan de manejo del área protegida, incluyendo la valoración de aspectos sociales y culturales.

Autor Piero Larralde.