Impacto del kitesurf en Laguna Garzón: regulación y resultados

El análisis de las normativas relacionadas con el kitesurf en Laguna Garzón resalta la relevancia de una gestión colaborativa para salvaguardar la diversidad biológica y el entorno de las aves en esta zona protegida.

La Laguna Garzón, ubicada en la costa Este del departamento de Maldonado, es un ecosistema vital por su biodiversidad, especialmente para aves acuáticas y playeras. Reconocida como Área de Importancia para las Aves (IBA) y parte del Sistema Nacional de Áreas Protegidas, su conservación es crucial. 

El Ministerio de Ambiente implementó regulaciones para limitar la actividad del kitesurf en ciertas zonas desde el año 2020, y ha trabajado en mejorar el registro de practicantes mediante una plataforma web accesible. Esto se hace para buscar un equilibrio entre el uso recreativo y la protección del ecosistema, especialmente debido a las preocupaciones generadas por el impacto del kitesurf en la fauna local.

El kitesurf ha crecido en popularidad en la laguna, y su práctica se ha vuelto relevante en un ecosistema crítico para la conservación de aves. 

A esto se realizó un estudio con el objetivo de evaluar la regulación de los deportes náuticos, los resultados indican que la actividad acuática estudiada tiene un efecto negativo en la diversidad de especies, con una reducción significativa en la cantidad de aves presentes durante los días de actividad intensa. También se destaca la importancia de revisar y adaptar las regulaciones anualmente, especialmente en el contexto de eventos ambientales extraordinarios como la sequía y la gripe aviar.

La evaluación concluye que, aunque se han logrado avances en la regulación y gestión de deportes náuticos en Laguna Garzón, es esencial continuar mejorando los métodos de registro y fiscalización para asegurar la protección de este valioso ecosistema y sus especies. Las más abundantes incluyen los gaviotines de pico amarillo (Thalasseus sandvicensis) y el biguá (Nannopterum brasilianum), con registros de hasta 192 y 142 individuos, respectivamente. Se identificaron 47 especies de aves en total, de las cuales 5 son prioritarias para la conservación: Pluvialis dominica, Calidris canutus, Charadrius semipalmatus, Calidris fuscicollis y Coscoroba coscoroba. Los registros de 2020-2022 muestran una estabilidad en la abundancia, pero el aumento de actividades humanas, como el kitesurf, puede impactar negativamente a las especies migratorias y prioritarias.

Se llevaron a cabo monitoreos para evaluar el impacto del kitesurf en la comunidad aviar, junto con acciones de fiscalización conjunta con la prefectura que incluyen operativos para exhortar a los practicantes a salir del agua y verificar su registro cuando se excede el cupo máximo.

Dentro del informe se detallan las acciones de sensibilización y fiscalización realizadas por guardaparques, incluye la colaboración de escuelas de kitesurf para fomentar el cumplimiento de las normativas. 

A pesar de la buena recepción inicial de los practicantes, se identificaron problemas persistentes como la falta de identificación y el incumplimiento de las zonas habilitadas. 

La gestión ambiental es crucial para equilibrar las actividades recreativas con la conservación de ecosistemas sensibles, como se demuestra en el caso de la Laguna Garzón en Uruguay. Donde se resalta la importancia de establecer regulaciones efectivas para proteger la biodiversidad, enfatizando la necesidad de un enfoque participativo que involucre a diversas partes interesadas. A futuro, se propone explorar alternativas de tercerización del control y asignación de cupos a través de las escuelas habilitadas.

Autor: Erika Amoedo