Gestión sostenible del campo natural: una responsabilidad compartida

El campo natural es un recurso estratégico para el país en la provisión de bienes y servicios económicos, ambientales y socioculturales. Su distribución actual ocupa aproximadamente el 60% del territorio nacional, pero entre el año 2000 y 2015, su superficie se redujo un 13,79%.

En Uruguay, el campo natural es el principal patrimonio nutricional y fuente de estabilidad para la ganadería de cría y la producción de lana. La oferta de alimento y la capacidad para recuperarse de periodos climáticos adversos convierten al campo natural en un recurso forrajero estratégico. Sin embargo, los cambios en el uso del suelo, con la consiguiente sustitución de los ecosistemas nativos, es uno de los principales factores asociados a la pérdida de biodiversidad y degradación de tierras a nivel global.    

En este sentido, las áreas de pastizales son las que presentan mayor decrecimiento, ya que representan el principal soporte del crecimiento de plantaciones forestales y cultivos. Estos cambios en el uso del suelo se reflejan en la fragmentación del paisaje, la pérdida de biodiversidad, la invasión de especies exóticas, la erosión de suelos, la afectación en la calidad del agua y cambios en los estilos de vida rurales.

Por ello, se elaboró un informe que aborda la problemática de la degradación del campo natural en la región sureste del país, (Maldonado, Lavalleja y Rocha). La zona piloto estudiada comprende los Departamentos de Lavalleja, Seccional Policial 7; Maldonado, Seccionales Policiales 7, 8, 9 y 13, y Rocha, Seccionales Policiales 7 y 12.

Se exploraron las principales causas sociales, económicas e institucionales que influencian el estado del campo natural en la zona sureste del país. Se identificaron un conjunto de conceptos, criterios, indicadores y buenas prácticas, que deberían ser monitoreados periódicamente y promovidos para el manejo sostenible de los recursos involucrados.

Asimismo, se señalan los factores que han llevado a su degradación, tales como la intensificación de la ganadería y la agricultura, la fragmentación de los ecosistemas, el cambio climático y la introducción de especies exóticas.

El informe apunta a fortalecer las capacidades de los actores locales y nacionales para preservar las zonas de pastoreo compuestas por praderas y pastizales donde existen procesos de degradación de tierra. Al mismo tiempo, fomenta la toma de decisiones informadas hacia la promoción del manejo sostenible de tierras, así como para la preservación de bienes y servicios provistos por esos ecosistemas.

Es importante destacar que, a pesar del alto porcentaje de campos naturales con especial interés para la conservación, solo el 9% de la superficie de la zona piloto Sureste se encuentra bajo conservación reglamentada con protocolo de Área Protegida.

La aproximación metodológica estuvo fuertemente basada en la guía de campo del método PRAGA (del inglés Participatory Rangeland and Grassland Assessment).

En cuanto a las políticas de conservación en la zona, se presentan herramientas y prácticas que pueden contribuir a la gestión sostenible del campo natural, tales como el manejo integrado de pasturas, la rotación de cultivos, la restauración de ecosistemas y la promoción de sistemas agroforestales. Asimismo, se destaca la importancia de involucrar a los actores locales en la gestión del campo natural, y de promover la participación.

El análisis del trabajo permitirá desarrollar un protocolo estándar para el monitoreo y la evaluación de la degradación del campo natural en Uruguay. Permitirá integrar y actualizar la información disponible sobre aspectos ecológicos, sociales y económicos. Da cuenta de las principales tendencias, presiones y políticas desarrolladas para la gestión del campo natural, además de tomar decisiones que promuevan su gestión sostenible.

Autora: Mariela Antiga Bovio