Sitios arqueológicos en los balnearios San francisco, Punta Colorada y Punta Negra: intervenciones humanas, impactos y recomendaciones

 Los sitios arqueológicos de la costa de Maldonado se ven amenazados por intervenciones relacionadas a la expansión de la urbanización tradicional.

Los balnearios San Francisco, Punta Colorada y Punta Negra, ubicados en la zona costera del departamento, vienen siendo intervenidos por diversos tipos de obras relacionadas a la ocupación y densificación del territorio, ejecutadas por distintos agentes tanto públicos como privados. Entre los impactos de estas transformaciones se encuentra la afectación sobre sitios arqueológicos identificados y relevados en la zona, de gran valor cultural y patrimonial. 

En diciembre de 2019, integrantes del grupo de Manejo Costero Integrado -Laura Brum Bulanti (Arqueóloga, profesora del CURE – Udelar e investigadora responsable del área ante la Comisión de patrimonio de la nación del MEC) y Daniel de Álava (Prof.Ad. del Centro interdisciplinario de Manejo costero del cono sur y CURE)- realizaron un monitoreo de los sitios arqueológicos presentes en la zona costera de los tres balnearios, motivados por varias denuncias debido a la remoción de arena de dunas con maquinaria vial sobre la Rua 10 (palas mecánicas, retroexcavadoras y camiones) para permitir el tránsito vehícular. 

A partir de este monitoreo se generó una lista de las principales intervenciones humanas en la zona, entre las que se encuentran:

1. Incremento y/o generación de nuevas desagües y  caudales
2. Pavimentación y/o nivelación de dunas 
3. Construcciones sobre dunas litorales
4. Densidad de edificación alta 
5. Tránsito de vehículos motorizados en dunas y playas 
6. Forestación 
7. Infraestructura vial 
8. Extracción de áridos 
9. Excesiva carga de personas en temporada (es decir que la población que ocupa la zona es mayor a la cantidad máxima que puede soportar de acuerdo a los servicios disponibles).
10. Aguas residuales. 

Estas intervenciones generan impactos ambientales negativos de especial relevancia e  importancia, ya  que interfieren directamente en la preservación de la estructura ecosistémica dunar y la preservación de la  información arqueológica, cultural y patrimonial presentes en estos sitios de ocupaciones humanas en la prehistoria.

Los impactos negativos asociados a las intervenciones anteriormente señaladas son: la erosión de las dunas y  playas, la obstrucción y alteración del tránsito de sedimentos, la estabilización de las dunas, el incremento en escorrentías y caudales, la degradación de hábitats de especies autóctonas y la degradación del valor escénico de la costa (lo que amenaza directamente la conservación del ecosistema costero y la información retenida en él), y genera vulnerabilidad frente a  fenómenos climáticos extremos (principalmente provenientes del sur) y  potencien los impactos negativos sobre la zona. 

Frente a estos impactos e intervenciones,  los autores proponen algunas recomendaciones de gestión para prevenir y mitigar la pérdida de la información arqueológica y las estructuras naturales que sostienen el funcionamiento de la franja costera. Una recomendación es el control arqueológico de intervenciones en zonas costeras con sitios arqueológicos inventariados para asegurar que se esté preservando este patrimonio. Otra es la delimitación de zonas de exclusión y zonas de amortiguación en torno a los sitios arqueológicos costeros para prevenir externalidades negativas de posibles futuras intervenciones in situ o cercanas a estos sitios. También proponen el diseño de un protocolo de actuación para la zona costera para definir procedimientos a la hora de intervenir, contemplando los valores naturales y culturales-históricos. Por último,  se recomienda establecer un plan de manejo integrado y conservación del cordón dunar desde una perspectiva sistémica e integrada para impedir la pérdida de arena y de la vida y la información que ella contiene.

Autor de ficha Piero Larralde